Capitulo 11: Instinto femenino

Sinceramente, nunca pense que llegaria tan lejos con mis blogs. Bueno, lejos, tengo unas pocas visitas y unas geniales seguidoras como vosotras, pero sinceramente, me encanta. De hecho, hace de mas de un mes que cumple mi blog así que... ¡feliz cumple Wonderland!
¡Un muxu enorme!

Nina paseaba por los hermosos jardines del castillo. Hacia una hora que se le había proporcionado al Sombrerero una habitación, telas y una maquina de coser (DANGEROUS!)
Vio corretear entre los arbustos al pequeño erizo que antes había servido de pelota a la Reina Roja. Se acerco a el y le pregunto:
-Espera, espera, espera...tu y yo tenemos que hablar
-¿¡QUE!? ¡VUELVE CON EL ERIZO!

-No
-¡QUE ATAQUE MAS GRATUITO!
-¡Ya estoy harta de que me controles, de me trates como tu marioneta personal!
-Te faltan los hilos :P
GANAS DE MATAR DE NINA: 99'9%
-Vale, vale ¿Que propones?
-Quiero el 80% del control y el total del habla.
-Ummm 60%
-¿¡Que!? Ni de coña, 75%
-70%
-74%
...
-Vale, ahora, ¡vuelve con el erizo que le has abandonado!
Se arrodillo junto a el y esta vez si, le dijo:
-¿Has visto un sombrero por aquí?
El animalito la llevo detrás de un parterre de rosas rojas. Nina tuvo cuidado de no pincharse y volvió con el Sombrerero.
Una cantidad indecente de sombreros, todos de distintos tamaños o formas, se esparcían por el suelo de la habitación. La maquina producía un horrible sonido, al haber trabajado tanto, y el Sombrerero había recuperado color.
-Son preciosos-dije distrayéndole de su tarea-me encantaría probarme uno
-Me gusta volver a mi profesión
-La pena es que sean para ella-dije mientras su rostro se entristecía
¡¡¡BOCACHANCLA!!!
¿Que pasa? No he dicho nada... Oh...
¿Ah, ahora si, eh? Esto me pasa por cederte parte del control. Y ahora presta atención que al Sombrerero le va a dar uno de sus ataques.
¿¡QUEEEEEEEEE...............!?
Pero justo en ese momento, el Sombrerero agarro todas las telas y comenzó a romperlas. Arrojo los bonitos sombreros, los hilos, las agujas... ¡AAAAYYY...!
-¡SOMBRERERO! ¡PARA!
Le agarre el rostro entre las manos y sus brillantes ojos verdes se abrieron al máximo aterrorizados.
-¿Nina, crees que estoy loco?
Le puse mi mano en la frente y dije:
-Vaya me temo que si. Estas loco, chalado, majareta, ido...
¡QUE SI, QUE YA LO HA PILLADO!
¡Anda! ¿Donde estabas Jess?
¡Quitandome de las agujas!
Volví a mirar al Sombrerero y le dije:
-Pero te diré un secreto, las mejores personas lo están.
El sonrió y luego me susurro apremiadamente:
-La espada Mortalina esta escondida en algún lugar del castillo. Busca a Mr.Rabbit
Salio corriendo de la sala y comenzó a perderse por aquellos pasillos. Finalmente se encontró con la rechoncha pareja de gemelos (¡VIVOS!)
-¡Nina!-dijo uno de ellos
-No, no es ella es la falsa Nina-le contradijo el otro
-A callar, soy Nina y punto. Ahora ¿Sabeis donde esta Mr.Rabbit?
-Por ahí-cada uno señalo en una dirección.
Nina suspiro y tomo uno guiándose por su instinto femenino.